El abogado de Gómez confirma que le indicó que se acoja a su derecho a no declarar, pero ‘no porque tenga nada que esconder’
La imputada Begoña Gómez se ha negado a declarar este viernes por segunda vez ante el el titular del Juzgado de Instrucción nº41 de Madrid, que investiga un caso de presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
La comparecencia duró alrededor de 15 minutos y la imputada se limitó a decir que se acogía a su derecho a no declarar. El abogado de la mujer de Sánchez, el exministro socialista Antonio Camacho, confirmó a la salida que, por consejo suyo, Gómez se acogió a su derecho a guardar silencio ante el juez.
Se niega a declarar, pero ‘no porque tenga nada que esconder’
“Mi representada no ha declarado no porque tenga nada que esconder, sino porque esta defensa le ha recomendado que no se hiciera esta declaración”, dijo Camacho a los periodistas, flanqueado por el jefe de prensa del PSOE.
El letrado, ex mano derecha de Rubalcaba en la época del chivatazo a ETA en el ‘Bar Faisán’, insistió en el argumentario de las últimas semanas sobre la supuesta ausencia de garantías en la instrucción del ‘caso Begoña’ como razón de su negativa a declarar.
El abogado le dice que el juez cómo debe acotar su investigación
Del mismo modo, el abogado repitió que el juez debe ceñirse a investigar hechos relativos a las adjudicaciones del Gobierno al empresario patrocinador de Gómez, el ahora imputado Barrabés, y no a otros hechos.
El letrado aludía a la siguiente declaración de esa mañana, que considera innecesaria, de dos vicerrectores de la Universidad Complutense, institución que intentó realizar una investigación interna -infructuosa por la ausencia de colaboración de Gómez y el personal de su máster- sobre presuntas adjudicaciones irregulares y presunta apropiación de recursos de la UCM.
Un trato aún más privilegiado que en la primera declaración
Begoña Gómez recibió de nuevo un trato privilegiado en los juzgados, donde llegó con un dispositivo de seguridad aún más sobredimensionado que en la anterior comparecencia. La imputado pudo entrar al edificio evitando fotos o grabaciones de su llegada y comparecencia, y también se restringió el acceso a la planta donde se encuentra el juzgado.
Según un abogado de la acusación popular personado en el ‘caso Begoña’, el dispositivo de seguridad organizado para la ocasión llegó a rodearles y coaccionarles en la misma sede judicial.
De nuevo, una imputada sin cargo o título alguno disfrutó de un dispositivo policial y opacidad informativa en el juzgado de los que carecen el resto de ciudadanos, ni tampoco disfrutaron personas de auténtica notoriedad o altos cargos que en el pasado acudieron ante un juez, eso sí, antes del advenimiento de la nueva y clasista aristocracia monclovita.








