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Se entrega a la policía el refugiado sirio que asesinó a tres personas en el atentado islamista de Solingen

El terrorista sirio Issa al Hasan planeaba huir a otro país, pero perdió sus papeles y se escondió entre el lugar del crimen y el asilo donde vivía

El refugiado sirio Issa al Hasan, asesino de tres personas en Solingen (Alemania) en un atentado islamista reivindicado por el ISIS, se entregó a la Policía en la calle Goerdeler de la citada ciudad, alrededor de las 23:00 horas del sábado.

Según relata ‘Bild’, tras 26 horas fugado, escondido en el patio trasero de una casa, el terrorista islámico se presentó ante los agentes a sólo unos cientos de metros del escenario del crimen y del asilo donde residía, con la camisa aún manchada de sangre de las víctimas, y se limitó a decir: “Soy yo a quien están buscando”.

El terrorista islámico planeaba salir de Alemania tras el atentado

Tras cometer los crímenes, según el citado medio, el triple asesino permaneció escondido en el patio trasero de un inmueble ubicado entre la escena del crimen y el asilo donde había vivido, como refugiado.

Vestido únicamente con una camisa manchada de sangre, el terrorista esperó a que la policía se alejara, pero los agentes no se marcharon y se acercaron cada vez más a su escondite.

Al parecer, el terrorista musulmán aprovechó para escapar el pánico que generó en el público del ‘Festival de la Diversidad’ tras degollar a sus tres víctimas. Sin embargo, mientras huía, arrojó con el arma homicida (un cuchillo de cocina con 20 cm de hoja), su chaqueta manchada de sangre donde guardaba sus papeles -con los que planeaba escapar a otro país-.

El asesino, refugiado sirio, perdió su documentación mientras huía

En esta ocasión, el islamista no planeaba inmolarse, porque el Estado Islámico divulgó un vídeo reivindicando el atentado en el que el terrorista, encapuchado, anunciaba que planeaba asesinar personas en Solingen, pero al tirar los documentos quedó en evidencia su identidad.

El citado medio indica que el refugiado sirio, cercado por la policía y sin plan de escape, tras más de un día sin comer ni beber y empapado por una fuerte tormenta que cayó sobre Solingen, decidió entregarse.

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