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Condenada a 85 años la etarra ‘Dolores’ por el atentado con coche bomba en la casa de Pío García-Escudero

La nacionalista de ultraizquierda participó también en el asesinato del teniente coronel Pedro Antonio Blanco y en el atentado de la calle Corazón de María en Madrid

La Audiencia Nacional ha condenado a 85 años de prisión a la terrorista de ultraizquierda Ana Belén Egües Gurruchaga (alias ‘Dolores’), perteneciente a la banda separatista ETA, por el atentado con coche bomba del 8 de agosto de 2000 en la calle de las Platerías de Madrid.

La terrorista, de nacionalidad española, y sus compinches del ‘comando Buruahuste’ de ETA colocaron un Peugeot 205 cargado de explosivos en el portal de la casa donde residía el presidente del PP madrileño, Pío García-Escudero. La explosión causó once heridos, siete de ellos de gravedad, pero los separatistas no lograron asesinar a nadie.

La Fiscalía rebajó los 121 años de prisión que pedía inicialmente para Egües a una pena de 85 años, que aceptó la Audiencia: 70 años de cárcel por siete delitos de asesinato en grado de tentativa y otros 15 años por un delito de estragos terroristas.

Coche bomba cargado de dinamita

La terrorista independentista reconoció su participación en el atentado durante la vista los hechos, también acreditados por los informes periciales de inteligencia policial y la prueba documental acumulada durante la investigación de la causa.

El Tribunal también considera acreditada la vinculación de Egües con los pistoleros de banda izquierdista que perpetraban sus crímenes en Madrid en la época del atentado, así como su participación concreta en la colocación y detonación de una bomba instalada en un Peugeot 205, previamente robado, que estalló en la calle de las Platerías de Madrid el 8 de agosto de 2000.

Once heridos, siete de gravedad

El artefacto, relata la sentencia, estaba confeccionado, instalado y accionado y demostró su gran potencia de destrucción. El coche bomba usado en el intento de masacre estaba cargado de dinamita que la separatista radical trasladó de un piso franco que la banda alquiló en la ciudad de Salamanca.

El tribunal añade que el atentado sorpresivo de los compañeros terroristas de Ana Belén Egües, sumado a que esta ayudó a transportar el vehículo previamente robado, “sin duda alguna produjo resultados lesivos que podrían acabar en el fallecimiento de los afectados, lo que no se produjo por circunstancias ajenas a la voluntad de los sujetos activos del delito».

En consonancia con la naturaleza cobarde inherente al terrorismo nacionalista vasco, la sentencia subraya que «los agresores se aseguraron del resultado alcanzado sin riesgo de defensa ni de contraataque de las víctimas, al distanciar del lugar de detonación de la bomba-trampa contenida en el vehículo”.

Asesinato, coches bomba y acercamiento a una cárcel vasca

Según recuerda ‘Telemadrid’, Egües Gurruchaga cumple condena en una cárcel vasca desde 2022 gracias a los acercamientos de pistoleros de la banda.

La etarra recibió otra condena en 2014 por el asesinato con un coche bomba del teniente coronel Pedro Antonio Blanco, en enero de 2000, crimen que supuso el fin de la tregua-trampa que decretó unilateralmente la banda de ultraizquierda en 1998 con el fin de rearmarse , captar y formar nuevos terroristas.

También recibió una condena por el atentado con otro coche bomba cometido el 6 de noviembre de 2001 en la calle del Corazón de María (en Madrid), contra el secretario general de Política Científica, Juan Junquera, causando 95 heridos.

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