‘Depilando derechos e ignorando problemas de seguridad, higiene y dignidad laboral’ afea el sindicato CSIF
Mientras las prisiones catalanas sufren una carestía endémica, que redunda en el aumento de agresiones físicas y sexuales al personal penitenciario, entre otros problemas ignorados por la Administración regional, la Subdirección General de Programas de Rehabilitación y Sanidad de la Generalidad autorizó la instalación de máquinas de depilación láser en cárceles para internos trans e intersexuales.
La medida busca “garantizar los derechos de los internos trans e intersexuales” dentro de los protocolos LGTBIQ+ penitenciarios. Una decisión polémica que criticó la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
“No se pueden priorizar servicios cosméticos mientras no se resuelven cuestiones esenciales de seguridad, higiene y dignidad laboral”, reclama CSIF. El sindicato pide una “reordenación inmediata de prioridades” y centrarse en los derechos fundamentales.
‘Depilando derechos e ignorando problemas’
CSIF destaca el “contraste” entre la inversión en estos servicios y la realidad de los trabajadores: condiciones laborales precarias, falta de personal, infraestructuras degradadas y problemas sanitarios recurrentes que no reciben presupuesto.
Para CSIF, el gobierno regional “prioriza” este tratamiento cosmético mientras persisten “graves carencias sociales y penitenciarias”. El sindicato resume la situación con el lema “Depilando derechos e ignorando problemas”.
Impulsan medidas que no corresponden a necesidades reales
“La reinserción no depende de máquinas de depilación láser, sino de un sistema penitenciario dotado de recursos, personal e infraestructuras dignas”, sentencia el sindicato en Tele 5.
El sindicato apunta directamente al Departamento de Justicia y al de Igualdad y Feminismos por impulsar “medidas e instrucciones que no responden a las necesidades reales y urgentes” del sistema penitenciario catalán.
Los presos heteros también merecen piernas suaves y depilación brasileña
Con sarcasmo, CSIF propone extender el tratamiento a todos los internos «personas de género fluido, agénero, bigénero, demiboy, demigirl, genderqueer».
Además, para no discriminar, CSIF insta a incluir a los heterosexuales, «grandes olvidados de estas políticas y que también merecen piernas suaves, torsos de seda y, si corresponde, una depilación brasileña con acabados de precisión quirúrgica».
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