La exministra Montero desvía el foco de los debates sobre inmigración y delincuencia para señalar directamente a las grandes corporaciones
La exministra de Igualdad y eurodiputada, Irene Montero, ha generado un intenso debate político y social con unas declaraciones contundentes sobre la seguridad y el coste de la vida en los barrios populares.
Durante su participación en un desayuno del Club Siglo XXI, Montero desvió el foco de los debates sobre inmigración y delincuencia para señalar directamente a las grandes corporaciones de distribución…
Montero afirmó taxativamente que la preocupación central en los barrios no debe recaer sobre la población inmigrante o racializada. “En los barrios no nos roban las personas migrantes y racializadas. En los barrios nos roban Mercadona, Carrefour y El Corte Inglés”, declaró la líder de Podemos.
Con esta aseveración, la exministra buscaba reorientar la discusión pública, sugiriendo que el verdadero problema que afecta la economía y la estabilidad de las familias trabajadoras no es la inseguridad ciudadana asociada a ciertos colectivos. Para ella, el problema no es ese, sino el poder corporativo y los márgenes de beneficio de las grandes cadenas de supermercados y almacenes.
El «robo» económico masivo
Según Montero, estas empresas son responsables de la inflación y del encarecimiento de la cesta de la compra, lo que considera una forma de «robo» económico masivo y sistémico que empobrece a la mayoría.
Las declaraciones de Montero se producen en un contexto de alta preocupación por el incremento del coste de la vida y la subida de los precios de los alimentos, un tema que se ha convertido en eje central de la precampaña electoral.
Podemos, históricamente, ha mantenido una línea crítica con los grandes grupos empresariales, a los que acusa de utilizar su posición dominante para incrementar sus ganancias a costa del consumidor.
Comentarios simplistas
La reacción a sus palabras fue inmediata. Mientras que sectores afines a Podemos han aplaudido la claridad y la valentía de señalar la «explotación» económica, críticos de la oposición han tildado sus comentarios de simplistas y de buscar generar una cortina de humo sobre los problemas reales de seguridad.
De esta manera, una vez más, Montero intenta desvincular la inmigración de la delincuencia, insistiendo en que las cifras de criminalidad en algunas zonas son un problema tangible que el Gobierno debe abordar.
Por su parte, las grandes distribuidoras no han tardado en reaccionar. Fuentes del sector han defendido su papel como motores económicos y creadores de empleo, negando las acusaciones de «robo». Alegan que la subida de precios responde a factores como el aumento de los costes de la energía y las materias primas a nivel global.
Declaraciones incendiarias para mover a la izquierda
El debate lanzado por Irene Montero pone en el centro de la agenda la relación entre precios, beneficios empresariales y el bienestar de los barrios. Su mensaje solo tiene un objetivo: incendiar para busca movilizar a la izquierda en torno a la idea de que la lucha contra la desigualdad pasa por cuestionar el poder oligopólico de las grandes empresas.
No a la Operación Sumar
Por otro lado, Irene Montero, ha rechazado repetir la «operación Sumar» y, por tanto, reeditar alianzas con la formación creada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, al sostener que solo ha servido para «desactivar» a la izquierda y que sus votos «terminen en el PSOE».
Así lo ha trasladado durante su intervención en el marco de un desayuno informativo organizado por el ‘Club Siglo XXI’, a la pregunta de si es posible que Podemos y Sumar se unan para evitar un retroceso electoral de la izquierda.
La derecha golpista
«Si se me pregunta si creo que hay que repetir la ‘Operación Sumar’, que ha servido para desactivar a la izquierda y para que los votos de la izquierda terminen en un PSOE que está esperando que la derecha golpista bajen los fusiles y a reconciliarse con el poder, digo claramente que no. Creo que esa fórmula no funciona», ha remachado la exministra de Igualdad.
Es más, ha insistido en que Sumar solo ha servido para «quitarle a la izquierda el poder que había construido con muchos años de movilización social» y ha dejado claro que el planteamiento de Podemos es que el país necesita un espacio alternativo al PSOE «fuerte».
De esta forma, ha asegurado que si se tiene este punto de partida y esta tarea política «clara», las alianzas electorales que trague su partido «van a caer por su propio peso».
Con ello, Montero sigue la línea marcada por la dirección del partido, que ya criticó que el proyecto político de Díaz estaba subordinado al PSOE y un «fracaso». Cierra la puerta a la opción de coaliciones como pasó en las pasadas elecciones generales del 23J tras la ruptura con Sumar. Aparte, ha recalcado que es incoherente con su posición crítica hacia el actual Gobierno.
De hecho, los morados de cara al nuevo ciclo electoral avisaron a otras formaciones como IU que querían alianzas como la de Extremadura, donde comparten coalición… Y que había opciones de extenderlas a otros ámbitos como en Andalucía si Sumar salía de la ecuación. Es decir, Podemos está abierto a recuperar el espacio que fue Unidas Podemos.
Candidata a las Generales
En cuanto a si ella aspira a ser candidata a las generales, como le ha propuesto su formación, ha subrayado que eso se decidirá en primarias como es tónica habitual en Podemos.
«Yo ya he dicho que sí, que estoy dispuesta a serlo«, ha ahondado Montero, para agregar que sus compañeros quieren que haya una candidatura a las generales encabezada por ello, pero que las bases moradas decidirán cuando llegue el momento. Montero señala que su voluntad es aportar «en el lugar que sea necesario».
