Sus sicarios se dedicaban también al narcotráfico, a falsificar documentos para inmigrantes ilegales y a extorsionar discotecas y karaokes para convertirlas en focos de prostitución
Una operación conjunta de Policía Nacional, Vigilancia Aduanera y Europol, ha desarticulado una tríada china conocida como «Tian Xia She«, dedicada a la explotación sexual de mujeres en el España. En total se han detenido a treinta ciudadanos chinos, la mayoría en Barcelona, y en Madrid, Zaragoza, Toledo y La Rioja.
Los detenidos, presuntamente, vendían mujeres jóvenes –incluyendo menores de edad– a organizaciones criminales asiáticas en todo el mundo. Las mujeres se seleccionaban previamente para convertidas en esclavas sexuales de los propios mafiosos y también para prostituirse en pisos y locales.
Los criminales engañaban a sus víctimas, todas asiáticas, con promesas de mejorar su vida en el extranjero. Una vez abandonaban China o Vietnam, llegaban a España, Grecia o Estados unidos, donde sufrían explotación sexual.
Traficaban con la droga ‘agua de Dios’ o ‘agua sagrada’, a 300 euros la dosis
La tríada, con vínculos internacionales, operaba con una estructura jerarquizada y ejercía la violencia para cometer delitos tales como tráfico de drogas, extorsión y regularización fraudulenta de inmigrantes ilegales con pasaportes y visados falsos.
En cuanto al narcotráfico, la tríada usaba menores para distribuir drogas, como la ketamina y la llamada “agua de Dios” o “agua sagrada” (a 300 euros la dosis), popular entre la comunidad asiática, porque favorecer la desinhibición sexual
Una mujer que escapó denunció a la tríada china
La investigación comenzó en el año 2022 gracias a la denuncia sobre una mujer china que la organización criminal trajo a España para ejercer la prostitución. La redada permitió liberar a 33 víctimas de esclavitud sexual, una de ellas menor de edad.
Algunas mujeres se confinaban en pisos prostíbulo de Barcelona, Madrid y Zaragoza y obligadas a trabajar en condiciones inhumanas para saldar una supuesta deuda de entre 10.000 y 20.000 euros.
La tríada forzaba a las mujeres a mantener relaciones sin protección y, en algunos casos, sometidas a abortos. Como el pago de la deuda era imposible, las víctimas eran retenidas y sufrían agresiones hasta que las vendían otras organizaciones criminales.
La rama de la tríada en Barcelona usaba un equipo de sicarios
La rama de la tríada que operaba en Barcelona se encargaba de la seguridad de los prostíbulos, entre otros delitos que perpetraba en el resto de España, y para ello contaba con un grupo de sicarios al estilo de la mafia china, integraba también con menores de edad.
Según el comunicado de Interior, la misión de los sicarios consistía en expandir la tríada mediante la extorsión de locales de hostelería, como karaokes y discotecas, que servían de puntos donde las esclavas sexuales podían ejercer la prostitución.








