Los animalistas de Crustacean Compassion argumentan que la ebullición ‘es tortura para cangrejos y langostas’ y cefalópodos
El marisco vivo: la nueva cruzada laica progre por Navidad. El Partido Laborista británico ha anunciado una delirante ofensiva contra el maltrato animal que incluirá la prohibición de hervir langostas y cangrejos vivos. Esta medida, que forma parte de una nueva estrategia de bienestar animal, considera que esta práctica tradicional «no es un método de matanza aceptable».
La prohibición se extenderá a otros decápodos, como camarones y gambas, así como a moluscos cefalópodos como calamares y pulpos, garantizando así una suerte de eutanasia progresista para estas especies mediante la adquisición de una costosa maquinaria de aturdimiento.
El disparate izquierdista ha generado auténtica furia entre marisqueros y restauradores, quienes advierten de un incremento en los costes para sus negocios y el posible fin del comercio de marisco vivo.
Equipos de aturdimiento de 4.000 euros
David Jarrad, director ejecutivo de la Shellfish Association of Great Britain, expresó su preocupación al diario The Telegraph: «Si alguien quiere comprar un cangrejo o una langosta vivos, no pagará por él si ya está muerto«.
Añadió que la industria tiene un interés intrínseco en cuidar el producto para obtener mejores precios, y teme que si los restaurantes no invierten en equipos de aturdimiento, que cuestan alrededor de 3.500 libras (más de 4.000 euros), opten por importar marisco congelado del extranjero.
‘Crustacean Compassion’ y otras locuras animalistas
El Dr. Ben Sturgeon, director ejecutivo de Crustacean Compassion, calificó el reconocimiento de la «sintiencia» de los crustáceos y la prohibición de prácticas inhumanas como «un paso vital para el bienestar animal«, asegurando que el dolor infligido por la ebullición «es tortura para cangrejos y langostas y es completamente evitable».
La estrategia animal también contempla la prohibición de la caza de zorros con perros y el endurecimiento de la legislación contra prácticas que la progresía urbanita considera crueles, como la cría de cachorros en granjas. La Secretaria de Medio Ambiente, Emma Reynolds, afirmó que el Reino Unido es «una nación de amantes de los animales» y que el gobierno está «ofreciendo la estrategia de bienestar animal más ambiciosa de una generación».
Por culpa del ‘PP británico’
La propuesta laborista se fundamenta en la legislación progre introducida por los conservadores en 2022, que ya aspiraban a hacerse perdonar por la izquierda el no destruir su propio país a la misma velocidad que quienes ya profesan al 100% la destructiva pseudo-religión socialista.
El equivalente al PP británico pergeñó entonces una legislación que reconoce a los mariscos como «seres sintientes capaces de experimentar dolor y sufrimiento», lo que ha servido de fundamento para una delirante propuesta legislativa que amenaza con arrasar la restauración y la industria marisquera británica.
