Detenido el domingo por la violación, la juez lo libera el lunes con orden de alejamiento, lo arrestan el martes por saltársela y lo vuelven a soltar el miércoles
El sudamericano detenido el domingo tras ser sorprendido violando en la calle a su hija, liberado el lunes con orden de alejamiento de la víctima y detenido ayer martes por saltársela, ha vuelto a ser liberado este miércoles por el mismo juzgado de Lérida.
En concreto, el presunto violador extranjero vuelve a estar en la calle tras un juicio rápido celebrado este miércoles. La magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de la ciudad lo ha condenado a cuatro meses de prisión por quebrantar la orden de alejamiento que tenía vigente respecto a la víctima desde que ocurrieron los hechos.
Sin embargo, la pena ha quedado en suspenso, ya que el acusado se ha comprometido a no delinquir durante los próximos dos años, lo que le ha permitido evitar el ingreso en prisión.
Abusaba de su hija de 21 frente a su otro hijo, de 8 años
El hombre, de 40 años, fue sorprendido por una patrulla de la Guardia Urbana de Lleida en el momento de los hechos, cuando presuntamente abusaba sexualmente de su hija de 21 años en plena vía pública y ante la presencia de su otro hijo, un menor de 8 años. La investigación por la supuesta agresión sexual sigue abierta, y el acusado continúa bajo el foco judicial por un presunto delito contra la libertad sexual.
La mujer lo denuncia por maltrato
De forma paralela, la mujer del acusado ha decidido denunciarlo ante los Mossos d’Esquadra por maltrato. Según relató, los hechos denunciados se habrían producido en Colombia, país donde ambos residieron antes de trasladarse a España. Esta nueva denuncia añade más gravedad al historial judicial del hombre, que en apenas unos días ha acumulado varios procesos abiertos.
Sucesión de detenciones
El individuo fue detenido nuevamente este martes, apenas 24 horas después de haber quedado en libertad provisional, al saltarse la orden de alejamiento que le prohibía acercarse a su hija.
Según informaron los Mossos, el arresto se produjo entre las diez y las once de la mañana, después de que el sospechoso accediera al domicilio de la víctima, incumpliendo en cuestión de horas la medida cautelar que la juez le había impuesto.
El Tribunal recuerda que las acusaciones no pidieron prisión
La decisión de no ordenar su ingreso en prisión ha generado una fuerte polémica pública, recogida en Crónica Global, con numerosas voces criticando la aparente “falta de contundencia” de las medidas impuestas.
Ante el debate, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha emitido una aclaración en la que asegura que la resolución judicial “responde exactamente a las peticiones realizadas por las partes acusadoras”, es decir, tanto por la abogada de la víctima como por la fiscalía.
El TSJC ha insistido en que “ninguna de ellas solicitó otra medida”, como podría haber sido la prisión preventiva. En ausencia de esa solicitud, el juez raramente actúa de oficio para imponer una medida más severa.
De acuerdo con la legislación vigente, para decretar prisión preventiva deben concurrir al menos una de tres condiciones: riesgo de fuga, destrucción de pruebas o reincidencia. En este caso, aunque se reconoció la gravedad de los hechos, el tribunal consideró que no existía un riesgo elevado de fuga ni de eliminación de pruebas.
Para prevenir la reincidencia, se optó por una orden de alejamiento en lugar del ingreso en prisión, con el éxito ya conocido.
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