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La Gala de los Premios Goya se dedica a hacer proclamas contra el cambio climático y a favor de la inmigración ilegal

Pedro Sánchez, disfrutón, gozó con los habituales alegatos progresistas de la industria cultural que más ayudas públicas recibe y que menos recauda

La Gala de los Goya se ha celebrado en esta edición en Granada, una ciudad muy española pero precisamente de España poco o nada se ha hablado. La defensa del cine español sobre el escenario en la entrega de premios del cine ha sido un alegato continuo contra las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez.

¡Que nooooo! Todo lo contrario. Ahí estaba el presidente, sonriente y feliz, disfrutando de esta gala de la industria española más deficitaria, la que más ayudas públicas recibe frente a otras industrias esenciales como por ejemplo el editorial. No en vano, la mayoría de las películas nacen de una buena novela que se trasforma en un guion genial.

Y el presidente, disfrutón, pudo contemplar el paso, largo paso, de protagonistas de nuestro cine subiendo a recoger premios para, entre otras cosas, realizar alegatos propios de la izquierda woke y de los redactores de la Agencia 2030.

El tema o los temas principales: el calentamiento global que todo lo mata, el cambio climático y los supuestos ‘refugiados e inmigrantes del clima’. Por supuesto, alegatos contra la violencia de género, por un mundo mejor, apoyos velados a la okupación, denuncias directas hacia la industria de la construcción.

Por supuesto, se habló mucho de inclusión, diversidad y del apoyo a la inmigración ilegal, apoyo a los que llegan y no son bien acogidos y los dejamos olvidados en centros atestados en Canarias. Por supuesto, no faltaron los habituales ataques a lo que consideran ultraderecha.

Odio y escarnio hacia Karla Sofía Gascón

Por supuesto, inclusión y diversidad, pero Karla Sofía Gascón, olvidada y silenciada de forma poco natural y descarada. Cosas de la vida, paradojas del wokismo. La película que protagoniza, ‘Emilia Pérez’ ganó el premio y el locutor de la ceremonia mostró su rechazo directo a la actriz española trans.

Al menos, los que recogieron el premio denunciaron el “odio y el escarnio” hacia la protagonista de ‘Emilia Pérez’.

Momento estelar, de los pocos: la presencia de Richard Gere. Recogió el Goya Internacional. También se unión a la corriente para ofrecer su particular alegato anti Trump y su apoyo velado a las políticas progresistas del maestro Sánchez.

Gaza, Palestina, inmigrantes ilegales

Durante la eterna gala, se nombró a Granada, alguna vez a Andalucía, pero de España y su bandera, nadie se acordó. Todo lo contrario: de nuevo apoyo a Gaza, a Palestina y a los inmigrantes africanos que sufren su día a día en su tierra y ahora en nuestro país. Porque parece que, para todos los que recogieron su premio, somos los españoles muy insolidarios. Lo dicen mientras siguen demandando ayudas del Estado que precisamente salen del bolsillo de los españoles.

Si la Gala de los Goya 2024 fue soporífera y la menos vista, esta lo fue más (y seguramente no habrá contado con audiencias extraordinarias). Discursos repletos de reivindicaciones fuera de contexto y siempre en la misma dirección.

Pero lo curioso es que no se habló de la nula construcción de vivienda pública por parte del Gobierno, del deterioro de las familias españolas, del aumento de la pobreza… Ni del descenso de la riqueza media de la sociedad española, del desmesurado paro juvenil, de la precariedad laboral.

Ausencia de autocrítica ante la falta de espectadores

Y por supuesto, ninguna autocrítica. El apoyo del público a las películas españolas va en progresivo descenso, a la par que el ascenso de las películas subvencionadas y que apenas nadie ve.

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