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Los mensajes del fiscal general: ‘Almudena, no me coges el teléfono. Si dejamos pasar el momento nos van a ganar el relato’

García Ortiz apremió a la fiscal superior de Madrid para que fuese ella, y no él, la autora del presunto delito denunciado de revelación de secretos

El pasado miércoles salieron a la luz pública los mensajes de WhatsApp del fiscal general, Álvaro García Ortiz, a la fiscal superior de Madrid ordenando que perpetrarse el presunto delito de difundir una nota de prensa con datos protegidos de la defensa de la pareja de la presidenta madrileña, un empresario investigado por fraude fiscal.

«Almudena, la nota está correcta en fechas y contenido. Hay que sacarla, si tardamos se impone un relato que no es cierto y parece que los compañeros no han hecho bien su trabajo. Es imperativo sacarla. Nos están dejando como mentirosos», rezan los mensajes del fiscal general publicados por ‘El Mundo’.

«Almudena, no me coges el teléfono. Si dejamos pasar el momento nos van a ganar el relato. La actuación de los compañeros y de la Fiscalía es impecable y hay que defenderla», apremió García Ortiz a la fiscal madrileña.

Ante lo que consideraba un delito, la fiscal Almudena Lastra se negó a publicar la filtración, y García Ortiz recurrió a otros dos subordinados madrileños hoy imputados: Pilar Rodríguez y Julián Salto.

‘¿Y por qué no sacaba él ese comunicado, en vez de presionar a otros que lo hicieran?’

Ante las subvencionadas y delirantes justificaciones de la legalidad de los actos de García Ortiz, el vocal de la APIF en el Consejo Fiscal, Salvador Viada, se planteó la pregunta clave: «¿Y por qué no sacaba él ese comunicado, en vez de presionar a otros que lo hicieran?».

«O se acaba con la politización del Poder Judicial, de la Fiscalía y del Tribunal Constitucional, o de nuestra democracia no van a quedar ni las raspas», añadió el representante de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales.

En paralelo a la difusión de los mensajes del FGE, la opinión subvencionada por el Gobierno rivalizó en alabanzas a la exhibición pública de la comisión de un presunto delito de revelación de secretos.

Del mismo modo, con la habitual coordinación, se defendió una supuesta competencia de la Fiscalía General del Estado: desmentir bulos, sin mencionar que para hacerlo se saltó la confidencialidad de las comunicaciones de un abogado.

García Ortiz le envió por WhatsApp a la fiscal jefe de Madrid el texto redactado con la filtración

La fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, declaró el pasado jueves ante el juez instructor del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que el fiscal general Álvaro García Ortiz, le envió vía WhatsApp una nota con información confidencial del abogado del novio de Ayuso para que la difundiera desde su oficina de prensa.

Lastra confirmó que García Ortiz solicitó primero a la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez (hoy querellada por el presunto delito), la totalidad de los mails cruzados entre el fiscal Julián Salto (también querellado) y el abogado del novio de Ayuso, que negociaba con él un pacto de conformidad por presunto fraude tributario.

Para cumplir la orden del FGE nombrado por Sánchez, la querellada Pilar Rodríguez contactó con el querellado Julián Salto en la noche del 13 de marzo. Tal era la urgencia que lo sacó de un partido de fútbol, para que remitiera “ya mismo” los mails confidenciales.

La querellada obtuvo los mails sobre las 22:00 de ese día, unos 90 minutos antes de que la SER divulgara su contenido.

‘Estaba claro que suponía una lesión absoluta de la confidencialidad prevista en la ley’

Cuando los correos confidenciales llegaron a la Fiscalía General del Estado, su oficina de comunicación remitió al jefe de prensa de Fiscalía de Madrid, sobre las 6:30 del día 14 (según declaró Lastra) el texto de una nota redactada, con extractos literales del contenido de los mails y las órdenes ‘inmediatas e imperativas’ de García Ortiz para difundirlas.

Tanto lastra, como su director de comunicación se negaron a publicar la nota, pues consideraban que “estaba claro que suponía una lesión absoluta de la confidencialidad prevista en la ley”.

Acto seguido, por la negativa de Lastra y su dircom, los fiscales provinciales se encargaron de divulgar el documento original -creando un documento nuevo con su sello, donde eliminaron los metadatos que apuntaban al FGE de Sánchez-.

Los fiscales perpetraron el presunto delito remitiendo la nota a través del grupo de mensajería que tiene la fiscalía provincial de Madrid con ciertos periodistas.

1 Comment

  1. Michel Debever
    Vie 21 junio 2024 @ 07:56

    Así es España: lo que debería ser un escándalo de primera magnitud, derrocando al gobierno, apenas es mencionado por los medios «informativos».

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