Fátima se cuela entre los tres primeros puestos para niñas; VOX es la única formación que denuncia en España la pérdida de identidad de Occidente
En pleno debate sobre la pérdida de identidad de nuestra Europa Occidental abierto por VOX y por intelectuales de la talla del escritor de Cartagena Arturo Pérez-Reverte, nos centramos en la presencia de un nombre: ‘Mohamed’.
En LA BANDERA hemos hablado de este asunto que marca el viraje identitario de países como el de España con una especie de ‘colonización’ masiva ideada por la izquierda y la ultraizquierda. Y es algo que ya es demostrable en ciudades como Bruselas.
La inmigración masiva en Bélgica ya se refleja los nombres de los recién nacidos. Según los últimos datos oficiales, Mohamed se ha convertido en el nombre más frecuente para niños nacidos en Bruselas, seguido muy de cerca por la variante Mohammed. Jean, Ahmed y David completan el top cinco.
Entre las niñas, los nombres tradicionales Maria y Marie aún se mantienen en los dos primeros puestos. Pero Fátima ya ocupa el tercero, por delante de Anne y Sarah, mostrando cómo las nuevas generaciones evidencian la diversidad importada en la capital belga.
Pero la situación no es única de Bélgica. En otros grandes países europeos como el Reino Unido o Alemania las tendencias en nombres de bebés han cambiado por la presión demográfica. En España sucede lo mismo: solo hay que salir a cualquier calle de nuestras ciudades, especialmente en la provincia de Barcelona.
Pero como apunta La Gaceta, “la huella de la inmigración también se nota en los apellidos”. Mientras a nivel nacional los más comunes siguen siendo Peeters, Janssens y Maes, en la Región de Bruselas la lista la encabezan ya Diallo, Bah, Barry, Sow y Nguyen.
Europa multicultural
Bruselas es el reflejo de una ciudad identificada, como quiere la izquierda, dentro de la ‘Europa multicultural’. Se trata de una capital donde los nombres tradicionales flamencos o francófonos conviven con los de origen magrebí, subsahariano o asiático, que ganan la partida. Es el caso de Mohamed, Mohammed o Fatima.
Todo es consecuencia cultural y social de una inmigración masiva que está provocando una herida mortal sobre la identidad europea occidental. Y es solo el principio.
