Un edificio casi centenario a dos horas de Madrid en el que se redactó la Constitución Española
El Parador más antiguo de España es un edificio casi centenario a dos horas de Madrid en el que se redactó la Constitución Española. Este hotel fue el primero en formar parte de la red de Paradores y es uno de los mejores del interior peninsular. Además, su entorno natural permite disfrutar de paisajes únicos perfectos para los amantes de la naturaleza…
Hablamos del Parador de Gredos, en el corazón de la sierra de Gredos: un icono del turismo nacional.
Este legendario establecimiento no solo marcó el nacimiento de la Red de Paradores de España, sino que también fijó un modelo de alojamiento de lujo enclavado en enclaves naturales de gran valor.
Como apunta Infobae, con raíces que se remontan al 9 de octubre de 1928, cuando fue inaugurado por el rey Alfonso XIII, el Parador se sitúa junto a Navarredonda de Gredos, apenas a dos horas en coche de Madrid… Permanece como símbolo de exclusividad, historia y naturaleza.
Red de Paradores de España
La Red de Paradores de España cuenta con 98 establecimientos que resaltan por su singularidad y confort, todos localizados en destinos de interés turístico indiscutible. Y, fue el Parador de Gredos el que inauguró esta tradición.
Entre sus muros se vivieron episodios decisivos para la historia de España: a principios de 1978, los padres de la Constitución española prepararon la Carta Magna en su Salón del Silencio, luego llamado Salón de los Ponentes.
Arquitectura, gastronomía y entorno
Este Parador se construyó a partir de materiales trasladados de la casa señorial de Villacastín. Destaca por su arquitectura robusta de piedra y pizarra que remite a la Castilla tradicional.
En su interior, la madera y los acabados rústicos generan espacios acogedores, amplios y confortables, desde donde se obtienen impresionantes panorámicas a la sierra de Gredos.
De acuerdo con la propia red hotelera, “es reflejo de la apuesta de la Red desde sus inicios por erigir hoteles en enclaves naturales únicos, fuera del alcance de la iniciativa privada”, una filosofía que continúa vigente y explica la notoriedad alcanzada por el Parador.
Tradición pastoril
Además, el restaurante del Parador de Gredos constituye uno de los grandes atractivos del complejo. Su carta traslada la esencia de la tradición pastoril, que se identifica por la “contundencia y sencillez” de la cocina serrana.
En su propuesta gastronómica, basada en productos autóctonos de alta calidad, abundan los asados y los platos de cuchara: se sirven especialidades castellanas como las patatas revolconas con torreznos, las judías del Barco de Ávila enriquecidas con productos de matanza, la chuleta de ternera local, la caldereta de cordero de los pastores y postres caseros como las natillas serranas.
Hoyos del Espino y Cuevas del Águila
El entorno en el que se erige el Parador de Gredos está repleto de encantos naturales. Destacan las numerosas piscinas naturales que salpican la sierra. Una de las más emblemáticas es la piscina natural de Hoyos del Espino. Sus aguas frías y transparentes, rodeadas por altas montañas, la convierten en un refugio para quienes buscan contacto directo con la naturaleza.
Por otro lado, las Cuevas del Águila, en el Valle del Tiétar, representan uno de los conjuntos subterráneos más asombrosos de la región. Sus galerías de estalactitas y estalagmitas atraen a visitantes durante todo el año. A esto se suman otras rutas naturales y pueblos con historia, como El Barco de Ávila, Arenas de San Pedro o el milenario Puerto del Pico, donde todavía se puede recorrer uno de los tramos de calzada romana mejor conservados.
El senderismo es otra de las grandes bazas del entorno del Parador de Gredos. Una red de rutas bien señalizadas permite explorar rincones únicos y ascender a parajes míticos. Entre las rutas más recomendadas destaca la travesía hasta el Circo de Gredos, donde se alza la imponente Laguna Grande bajo la sombra del Almanzor.








