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Progresismo vasco: navajeros armados podrán amenazar sin que los arreste la Ertzaintza

Inminente ‘descenso’ de la criminalidad regional: ante delito leve de amenaza con arma, la Ertzaintza sólo instruirá atestado si la víctima denuncia al autor

En la feroz competición de progresismo entre los gobiernos bajo separatistas y el central socialcomunista ha cobrado una sustancial ventaja el ejecutivo vasco, autor de una reinterpretación de la ley vigente que ha desembocado en una norma regional que impide a la Ertzaintza detener a quienes amenacen con un «arma u objeto potencialmente peligroso» a otras personas.

El hito progresista e inclusivo del ejecutivo vascongado incluye dos excepciones en las que la Ertzaintza se verá obligada a detener al navajero: si “contacta a modo amenazante con alguna parte del cuerpo” de la víctima o si se trata de un caso violencia de género.

Anticipando el blanqueo estadístico de la criminalidad, la norma contempla que, ante amenazas con arma u objeto potencialmente peligroso, si no concurren otros delitos o situaciones, la Ertzaintza sólo imputa al autor si la víctima denuncia.

Se instruirá atestado ‘siempre que la víctima o representante legal interponga denuncia’

En un documento fechado el pasado 23 de agosto, el jefe de la Ertzaintza indica a los agentes lo siguiente: «ante la comisión de un delito leve de amenazas con uso, exhibición o porte de arma u objeto potencialmente peligroso, y salvo la concurrencia de otro/s delito/s o circunstancias previstas en la normativa procesal por los que proceda la detención de la persona autora, se instruirá atestado identificando a esa persona autora en calidad de investigada (imputación) siempre que la víctima o representante legal interponga denuncia«.

«Así, será amenaza grave cuando esta sea seria y creíble por ser potencialmente esperado un comportamiento agresivo que lleve a efecto el mal amenazado; por lo que el mero porte o exhibición de armas u objetos potencialmente peligrosos en un delito leve de amenazas no lo convierte en un delito grave, sino atendiendo a las circunstancias del hecho, el contexto del mismo y la credibilidad de que se vaya a llevar a cabo sobre dicha amenaza», añade el jefe de la Ertzaintza.

Operativas policiales elaboradas a distancia de despacho de la calle

Cabe reseñar que la norma se impartió a los agentes que prestan servicio en Vitoria, pero tras Álava se ha hecho obligatoria en el resto de provincias vascas. Según el documento firmado por el jefe de la Ertzaintza, los agentes deben valorar «la gravedad de la amenaza en atención al momento en el que se produce, las personas que intervienen, los actos anteriores, simultáneos o posteriores».

La excepción a la pasividad ante las amenazas, ya citada, es «que se produzcan comportamientos de esta tipología dentro del ámbito familiar (VD-VG), los cuales tienen su tratamiento específico diferenciado. Así mismo, se ocupará el arma u objeto peligroso con la correspondiente confección de un acta de infracción a la LOPSC».

En el resto de situaciones, los agentes se limitan a identificar al portador del arma, incautarla y proponerlo para sanción. Sólo instruirán un atestado por las amenazas si ‘la víctima o su representante legal’ denuncian.

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