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Condenada a 21 años una enfermera envenenadora de la cárcel de Huelva

En represalia por no obtener un ascenso a supervisora, envenenó la comida de siete compañeros con metadona, diazepam y pregabalina

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ratificado la sentencia de 21 años de prisión a una enfermera de la cárcel de Huelva a una enfermera envenenadora que en 2018, por venganza al no obtener un ascenso, intoxicó de gravedad con drogas a siete colegas del área sanitaria.

La envenenadora, de 46 años, y funcionaria del Cuerpo de Enfermeros de Instituciones Penitenciarias, introdujo metadona, diazepam y pregabalina en la comida de los afectados, almacenada en una nevera de acceso común en su zona del centro penitenciario.

‘Antagonismo y competitividad toxica’

La sentencia señala que «existía por parte de la acusada un patente antagonismo y una competitividad con sesgos de naturaleza tóxica» con una de sus víctimas, supervisor de enfermería de la prisión, «de lejos el más afectado» por la intoxicación que la individua le causó para obtener su plaza.

Lo que relata la sentencia de la envenenadora

La sentencia considera probado que entre julio y noviembre de 2018, la envenenadora usó cantidades indeterminadas de metadona, diazepam y pregabalina «con la intención de mezclar tales sustancias con los alimentos que, para consumo propio, guardaban sus compañeros en una nevera de uso común de la sala de descanso localizada en dichas dependencias del área de farmacia y enfermería».

Las dosis de metadona se almacenaban en la farmacia del centro penitenciario en un armario cerrado con llave durante el día. Sin embargo, algunas dosis diluidas con agua, designadas para ciertos internos y etiquetadas con sus nombres, se mantenían durante el día en otro armario ubicado en la misma farmacia, sin estar cerrado con llave. Estas dosis adicionales se descartaban al final del día si no habían sido utilizadas por los internos.

Las víctimas empezaron a notar un sabor extraño en sus comidas y sufrieron intoxicaciones agudas, y cundió la alarma cuando seis de ellos experimentaron mareos y vómitos tras desayunar juntos. Las pruebas de drogas confirmaron la intoxicación a través del café, lo que llevó a la apertura de una investigación policial.

La Audiencia subrayó que a la condenada le resultó fácil «aprovechar la franja horaria intermedia entre la salida de su turno y la entrada del posterior para introducir la metadona y las otras sustancias en los alimentos alojados en la glosada nevera o en armarios anexos».

El tribunal descartó «tanto una autointoxicación por parte de los lesionados afectados por la ingesta de la metadona y demás fármacos», como que los investigadores indujesen a las víctimas «a declarar en un sentido desfavorable a la acusada».

La envenenadora cumplirá menos de 7 años

La sentencia del TSJA desestima el recurso de apelación de la defensa de la acusada contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Huelva, que la condenó por varios delitos de lesiones. La condena total asciende a 21 años de prisión, aunque el tiempo máximo de cumplimiento efectivo se limita a 6 años y 9 meses.

También se prohíbe a la enfermera ejercer su profesión durante el período de la condena y comunicarse con las víctimas durante más de 11 años. La enfermera también debe indemnizar a los afectados con 61.840 euros, con responsabilidad civil subsidiaria del Ministerio de Interior. La sentencia puede recurrirse en casación ante el Supremo.

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