José Joaquín Moya, regidor de Bigastro durante 25 años, contó con la complicidad del exsecretario-interventor, también condenado, que hizo la vista gorda
La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado al exalcalde de la localidad alicantina de Bigastro, José Joaquín Moya (PSOE), a penas de 4 años y medio de prisión y 11 años y 3 meses de inhabilitación como autor de un delito de malversación de caudales públicos, y 4 años de inhabilitación por el delito de prevaricación administrativa.
El socialista recibe la condena por cometer irregularidades en la tramitación de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana y apropiarse de 312.000 euros abonados por el promotor de dicho plan entre los años 2005 y 2006.
José Joaquín Moya, quien fue regidor durante 25 años de la localidad, también deberá indemnizar al Ayuntamiento de Bigastro con 162.000 euros.
Dentro de la trama corrupta de la localidad, la Audiencia también condena a 2 años de prisión y 5 de inhabilitación al exsecretario-interventor por el delito de malversación, y 4 años de inhabilitación por un delito de prevaricación administrativa cometido por omisión.
Ambos condenados también deben indemnizar conjunta y solidariamente al Consistorio de Bigastro con 150.000 euros.
El alcalde se apropia del dinero mientras el interventor mira para otro lado
Los hechos juzgados se remontan a 2005, cuando el entonces regidor socialista vendió a un promotor un suelo pendiente de recalificar por la Generalidad valenciana, y que jamás se tramitó.
La empresa abonó en efectivo una cantidad superior a 200.000 euros de los cuales sólo se ingresó una parte. La sentencia considera probado que Moya se quedó 127.000 euros de ese dinero y el otro condenado hizo la vista gorda.
Según ha relatado el digital, Alicante Plaza, ambos condenados mantuvieron su inocencia durante el juicio. La sentencia es recurrible.








