Pilar Alegría no explica qué se está negociando, pero dice que el Gobierno es ‘profundamente transparente’ explicando los acuerdos que se alcanzan
La portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría, se ha negado este martes a revelar la identidad del verificador internacional que participa en las negociaciones entre PSOE y Junts sobre las siguientes cesiones a los separatistas como pago por la investidura.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Alegría no quiso precisar la fecha y quién será el verificador u organización mediadora de las cesiones, alegando que se trata de asuntos que deben explicar los partidos involucrados.
A pesar de su negativa a revelar lo que traman socialistas y extrema derecha separatista, Alegría insistió en que el Gobierno no mantiene el asunto en secreto, porque la transparencia es «una seña de identidad» del PSOE.
En este sentido, la portavoz siguió el patrón de las negociaciones socialistas con sus cómplices, ocultando lo que se negocia y sólo divulgando el resultado que se firmó: «Siempre que se ha llegado a un acuerdo se ha sido profundamente transparente y se ha explicado a la ciudadanía», afirmó.
Dependencia socialista de los cómplices parlamentarios para aguantar la legislatura
«Claro que este Gobierno es perfectamente consciente que cuando lleva una ley al Parlamento necesitamos concitar esas mayorías con distintas fuerzas parlamentarias», subrayó Pilar Alegría, recordando que en la legislatura anterior también necesitaron los votos de otros partidos para sacar adelante sus propuestas, por lo que seguirán por la misma senda en esta legislatura.
En relación con esto, fuentes del PSOE citadas por Europa Press ya habían adelantado que la primera reunión entre PSOE y Junts, después de firmar el acuerdo de investidura, tendría lugar en Ginebra (Suiza), con la participación de una organización dedicada a la mediación actúe como verificador.
Respecto a la fecha, inicialmente estaba planeada para esta semana, pero finalmente se ha pospuesto. El resto de circunstancias de las cesiones de Sánchez a sus socios, como el referéndum secesionista que exigen, o la identidad del mediador y quién lo paga, se llevan con opacidad.








