‘Estés donde estés, escóndete’: el mensaje de audio de la homicida a su víctima, horas antes de clavarle un cuchillo en el corazón
La Audiencia Provincial de Zaragoza ha declarado este lunes a una mujer, de nombre Natalia Chiguachi culpable de un delito de homicidio, y se enfrenta a una pena de hasta 15 años de prisión.
El jurado considera probado que el 5 de febrero de 2023, Natalia Chiguachi, de 32 años, mató de una cuchillada a Sliman Guiz, un okupa de 28 años con quien mantenía una relación sentimental intermitente.
La condenada perpetró el crimen en el piso que usurpaba la víctima, en el 273 de la avenida de Madrid. La Policía encontró la casa recogida, el arma limpia y el cadáver con la camisa vuelta del revés, quedando a su espada el corte que produjo el cuchillo en la tela.
El veredicto recoge la circunstancia agravante de parentesco que solicitaba la acusación particular y deniega las eximentes y la atenuante calificada que aleó la defensa de la asesina: miedo insuperable, legítima defensa y arrebato u obcecación.
La llamada de Natalia Chiguachi a emergencias: ‘Se ha pinchado con algo’
La asesina aportó múltiples versiones de lo ocurrido: que la víctima se golpeó con un patinete, que se clavó el arma voluntariamente, o que fue el hombre quien puso el cuchillo en el cuello en la garganta de la mujer, forcejearon y él se lo clavó por accidente.
El informe forense concluyó que la víctima de Chiguachi presentaba una cuchillada en el hemitórax izquierdo que alcanzó el corazón. La muerte se produjo en cinco minutos por sangrado interno.
Natalia Chiguachi alegó que tardó en avisar a urgencias, porque la víctima le había escondido su móvil.
‘Estaba enamorada’
Natalia Chiguachi afirmó en el juicio que “estaba enamorada” y mantenía una relación conflictiva con Sliman Guiz, marcada por frecuentes discusiones en las que incluso llegaron a las manos.
‘El Heraldo’ relata que en la madrugada del día del crimen Chiguachi fue con su hija pequeña al piso que okupaba Guiz para pasar el fin de semana con él -a pesar de haberle enviado horas antes mensajes de audio amenazantes como «Estés donde estés, escóndete«-.
Según ella, el hombre la pegó y le clavó un tenedor en un labio. La discusión a gritos provocó que un vecino llamase a la Policía, que llegó a las 4:40.
Cuando se personó la Policía, Guiz se escondió y Chiguachi dijo a los agentes que no necesitaba asistencia.
Cuando se fue la Policía, la pareja volvió a enzarzarse en una discusión con el final ya conocido.
Chiguachi declaró en el juicio que el hombre la amenazó de muerte, forcejearon y se acuchilló a sí mismo: “Lo llevé al salón y se quedó en el sofá”, dijo, para después afirmar que “Quería ayudarle, no sabía que se había muerto”.








