En un país que sufre regularmente sequías y precipitaciones extremas, el Gobierno socialista destruyó 108 infraestructuras fluviales sólo en 2021
¿Por qué se destruyen embalses en un país que sufre regularmente períodos de sequías y de precipitaciones extremas? Mientras que la propaganda de Sánchez se felicita por encabezar la destrucción de presas en aplicación de los dogmas acientíficos del ecologismo radical y sus lucrativos lobbies, el contribuyente español financia infraestructuras hídricas para Marruecos y Sudáfrica.
Cabe reseñar que, como parte de la premeditada desidia socialista a la hora de defender el sector primario español (mientras fomenta el de terceros países que ni por asomo cumplen las exigencias ambientales de la UE), el gobierno de Sánchez ostenta el récord europeo de destrucción de embalses, agravando los efectos de la sequía o las inundaciones, por no mencionar los disparatados precios de la luz que paga la población.
Destrucción de 560 infraestructuras hídricas en España
El informe de la organización Dam Removal Progress de 2021. Contabilizó que el Gobierno de Sánchez destruyó sólo en 2021 108 barreras fluviales (como presas, azudes o rampas), casi la mitad del total de 239 que se desmantelaron en toda Europa.
Un daño significativo a las infraestructuras españolas, habida cuenta de que el ministerio para la Transición Ecológica de Sánchez contabiliza más de 2.000, repartidas entre las que se usan para abastecimiento humano, regadío, producción hidroeléctrica, industria y objetivosrecreativos y ambientales.
Mientras para el Fondo Mundial para la Naturaleza, el derribo de barreras fluviales tiene un impacto ambiental muy positivo, la organización de usuarios y consumidores Aguaiuris discrepa con el dogma de los lobbies ecologistas y denuncia que los Ejecutivos de las últimas dos décadas destruyeron en España 560 presas, azudes y molinos. En concreto, acusan al Gobierno de gastar 2.500 millones de euros “en derribar el patrimonio de todos”.
España, laboratorio del totalitarismo a través del control del agua
En declaraciones a ‘La Gaceta’, desde Aguaiuris advierten que el Gobierno pretende usar su propio país como “laboratorio” para aplicar los dogmas totalitarios de la agenda 2030 de control del agua disponible para la población, activando un “banco del agua” que convertirá su uso en un gran “mercado concesional”.
Por otra parte, advierten sobre las mentiras oficiales sobre la supuesta inutilidad de las infraestructuras destruidas, cuya desaparición implica inundaciones en ciertas áreas, y todo por dinero. “Eliminar estas presas está ocasionando grandes daños, las zonas están arrasadas”, denuncian: “Las confederaciones están entregando a puerta cerrada el agua a otros aprovechamientos como plantas de hidrógeno. Se está comercializando con los caudales… y los fondos de inversión aplican las leyes del mercado”, advierten.








