“Hicimos todo lo que pudimos, todo lo que pudimos. Por desgracia, no fue suficiente. Buen viaje pequeña Indi”, afirmó Meloni.
Indi Gregory era una niña británica que padecía una enfermedad mitocondrial rara, incurable y degenerativa que hacía que sus células no produjeran suficiente energía. Hoy, Gregory falleció después de desconectar la respiración asistida durante este fin de semana.
Giorgia Meloni, Primer Ministro de Italia, quiso ayudar con el caso de la niña a toda costa, concediéndole la nacionalidad y pidiendo el traslado a un hospital italiano con toda la ayuda que fuese necesaria, sin ningún tipo de coste.
Sin embargo, el pasado viernes, algunos de los jueces de mayor rango del Reino Unido han dictaminado de forma controvertida que la intervención italiana en el caso de Indi Gregory en virtud del Convenio de La Haya es “totalmente errónea” y “no se ajusta al espíritu del convenio”.
La sentencia se ha dictado a pesar de que a Gregory se le ha concedido la nacionalidad italiana y de que ayer su tutor italiano presentó una solicitud urgente ante el Tribunal Superior del Reino Unido pidiendo al juez Robert Peel que le cediera la jurisdicción del caso en virtud del artículo 9§2 del Convenio de La Haya de 1996.
Asimismo, Meloni escibió de manera urgente al Lord Chancellor del Reino Unido pidiendo que ambos países colaboren oficialmente para facilitar el traslado de Indi a Roma en virtud del Convenio de La Haya.
Hoy, tras conocerse la noticia, Meloni publicó en X (antiguo Twitter) un último mensaje sobre el caso. “Hicimos todo lo que pudimos, todo lo que pudimos. Por desgracia, no fue suficiente. Buen viaje pequeña Indi”.