El Congreso debatirá incluir en el Código Penal el delito de odio al hombre

La iniciativa del diputado Pablo Cambronero incluye la destitución de Ángela Rodríguez ‘Pam’ y obligará a los diputados a retratarse ante el feminismo radical

El diputado Pablo Cambronero Piqueras culminó ayer el trámite de una iniciativa parlamentaria para incluir el Código Penal el delito de odio al hombre por razón de serlo, que el impulsor considera institucionalizado por la facción feminista radical del gobierno.

Tal y como informó el diputado a través de su Twitter: “Tras una marea de dificultades, he conseguido registrar esta iniciativa para reconocer expresamente la misandria dentro de los delitos de odio del Art 510 del Código Penal. La misandria es el odio al hombre por el hecho de serlo. Se debatirá en el pleno del Congreso”.

En el escrito dirigido a la Mesa del Congreso, el diputado informa que: “presenta la siguiente Proposición no de Ley para la inclusión expresa de la misandria en el código penal, como odio al hombre o varón por el hecho de serlo con un subtipo penal agravado para personas que ostenten cargos públicos, que se incluya en el artículo 510 del Código Penal en vigor, así como igualmente el Término Misoginia, para su posterior debate en el Pleno del Congreso de los Diputados”.

Según el diputado: “las manifestaciones públicas de odio a todo un género biológico se muestran como impunes en prácticamente todas las ocasiones en que se producen, sobre y ante todo, las manifestaciones de odio hechas con publicidad realizadas por incluso cargos y representantes públicos contra los hombres por el hecho de ser hombres”.

El documento dirigido a la mesa explica que: “la Misandria, que precisamente define el odio al hombre, es una palabra prácticamente desconocida, y no solo gramaticalmente hablando, sino también jurídicamente, lo cual es mucho peor y amenaza claramente el derecho más fundamental contemplado en la Constitución Española de 1978: Artículo 14 (derecho de igualdad)”.

En consecuencia, el Grupo Parlamentario Mixto, a través del diputado Pablo Cambronero, ha presentado una Proposición no de Ley en la que insta al gobierno a:

• Incluir en el Artículo 510 del Código Penal los términos misandria como manifestación de odio al hombre por el hecho de serlo y la misoginia como manifestación de odio a la mujer por el hecho de serlo, que hacen referencia al sexo biológico y penado con las penas establecidas en dicho precepto.
• Que además condene el Gobierno las manifestaciones de la Secretaria de Estado de Igualdad, haciendo referencia a que “los hombres son violadores” la destituya fulminantemente e incluso de cuenta a la Fiscalía General del Estado para que se diriman posibles responsabilidades penales.

Este último punto alude a las declaraciones que la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez ‘Pam’, viene profiriendo desde las últimas semanas.

Los desbarres verbales de una Secretaria de Estado

La secretaria de Estado Angela Rodríguez se ha hecho famosa por su fanatismo ideológico, afín al de su jefa, Irene Montero, y por una incontinencia verbal similar a la de la ministra.

Desde llamar “puta coja” a una compañera, hasta despreciar a una mendiga, pasando por calificar a los españoles como “bastante violadores”, los desbarres verbales de ‘Pam’ han incrementado su virulencia al mismo ritmo que el caos generado por las leyes provenientes de la facción podemita del gobierno.

En una absoluta negación de la realidad, ‘Pam’ ha defendido con auténtica violencia verbal cada desastre legislativo de Podemos -desde la excarcelación anticipada de depredadores sexuales, por la “ley del sí es si”, hasta el caos de la “ley trans”-, entrando en una espiral de declaraciones, cada una más delirante que la anterior, que hasta el momento no ha recibido reproche penal.

¿Legislan adultos o adolescentes?

Además del afán de lucro, el socialismo woke que trata de destruir la actual sociedad española se mueve, en gran medida, a base de sentimientos, filias y fobias personales del aspirante a autócrata de turno.

Con los sentimientos como única brújula moral -y legal-, un grupo de analfabetos legislativos, que además exhiben sin pudor su enciclopédica ignorancia, se limitan a legislar, desoyendo cualquier informe técnico, únicamente con el fin de hacer obligatorio aquello que les agrada y prohibir aquello que les disgusta.

Costumbres, modos de hablar, grupos enteros de población e incluso personas individuales, son insultados y señalados públicamente por adolescentes mentales con cargos ministeriales con el fin de promover su muerte civil.

Cuando se desata el caos y se acumulan las víctimas de las ocurrencias, incluso entre sus adeptos de la izquierda, los adolescentes con cargo ministerial recurren al mantra de culpar a los funcionarios públicos encargados de aplicar la ley que ellas mismas pergeñaron.