Aunque el marroquí perpetra la agresión invocando a Alá, los mossos achacan el ataque a un trastorno mental y el abuso de alcohol y drogas
Los Mossos d’Esquadra detuvieron a un marroquí en Mataró después de herir a dos hombres con un machete y vandalizar los coches que encontraba a su camino al grito de “Alá es grande”. Los heridos no revisten gravedad, y los Mossos no consideran que la motivación del magrebí sea terrorista, sino relacionada con problemas psiquiátricos y el abuso del alcohol y las drogas.
La Policía recibe el aviso de un marroquí persiguiendo gente por la calle con un machete
Según informaron fuentes policiales, los hechos ocurrieron alrededor de las 20:00 horas del domingo en la carretera de Mata de Mataró. El hombre se encontraba en la calle persiguiendo machete en mano a varias personas si aparente razón, mientras dañaba los coches aparcados.
Testigos presenciales indicaron que el individuo gritaba “Alá es grande”, sin embargo, fuentes de los Mossos d’Esquadra consultadas descartaron que hubiera una motivación terrorista detrás de su comportamiento.
El magrebí hirió a dos personas con su machete, aunque ninguna de ellas de gravedad. Una de las víctimas logró escapar, mientras que la otra sufrió heridas leves en un brazo al tratar de protegerse.
La Razón relató que el marroquí fue finalmente detenido en la carretera de Mata de Mataró. También se informó que el sujeto estaba bajo la influencia de drogas y alcohol, además de sufrir problemas psiquiátricos.
Dos marroquíes detenidos el mismo día gritando consignas yihadistas: las autoridades no consideran terrorista a ninguno
Se da la circunstancia de que España se encuentra en un nivel 4 de alerta antiterrorista, pero la Guardia Civil ha desechado la relación con el yihadismo, igual que los Mossos en Mataró, de los hechos perpetrados ayer por el marroquí detenido en un tren con destino Zaragoza.
A pesar de gritar que pertenecía a Hamás, amenazar a los pasajeros y restregar los genitales por la cara a dos mujeres del tren, ABC informó que se trató al individuo como a un detenido corriente y no como a un presunto terrorista islámico.