Aunque hay CDR enjuiciados por fabricar explosivos, Interior comunica a Europol que su violencia se limita a quemar banderas y escraches
El separatismo violento de los CDR catalanes acaba de recibir el blanqueamiento del gobierno de Sánchez tras remitir Interior una petición a Europol para que dejen de catalogarse entre los grupos terroristas.
Aunque la Audiencia Nacional procesó a 12 integrantes de los CDR por pertenencia a organización terrorista -operación Judas-, incluyendo 8 imputados por tenencia, depósito y fabricación de explosivos y estragos, Interior solicitó a Europol eliminar la vinculación entre esos grupos y el terrorismo.
Para Interior, el independentismo violento no debe figurar en Europa como ‘Terrorismo y separatismo etnonacionalista’
La petición, a través de una misiva de Interior con fecha del 26 de septiembre (en pleno debate de investidura de Feijóo), la firma el director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, general Manuel Navarrete.
Según informó EP, la destinataria de la petición de Interior es Catherine De Bolle, directora de Europol, con motivo de la publicación del informe de la organización policial sobre el terrorismo en la UE (TESAT 2023).
En dicho informe, el gobierno de Sánchez pide rectificar las alusiones al independentismo que sufren regiones españolas incluidas dentro del epígrafe: “Terrorismo y separatismo etnonacionalista“.
Según la nueva versión del gobierno en funcinoes, las actividades violentas de los CDR se limitan -como si no fueran suficientemente graves- a escraches y quema de banderas.
Los separatistas celebraron que Sánchez cumpla las exigencias del golpista Puigdemont
Por su parte, los diputados de Junts en el Congreso celebraron que “El Gobierno español ya ha cumplido la exigencia de Junts en Madrid y pide a Europol que desvincule el independentismo del terrorismo”.
Una desvinculación del terrorismo que sólo afecta a Junts en cuanto al independentismo, único nexo de los antiguos convergentes con unos CDR encuadrados en la extrema izquierda.
No obstante, la alegría de los derecha supremacista de Junts está justificada, pues va cumpliéndose la hoja de ruta que acerca el retorcimiento de la Ley para una previsible amnistía del cabecilla golpista, el delincuente prófugo Puigdemont, como precio a que los separatistas faciliten la investidura de Sánchez.
