Saltar el contenido

Sánchez califica en su discurso de ‘agenda reaccionaria’ la defensa de la separación de poderes

Menos de 1 minuto Minutos

Entre insultos a la oposición y amenazas de usar ‘todo el poder del Estado’, Sánchez afirma que concede ‘la amnistía en nombre de España’

Mientras crece la concentración ciudadana en los aledaños del Congreso contra el golpe socialista, Sánchez ha comenzado su discurso de investidura reivindicando la democracia y aludiendo múltiples veces a la Constitución que precisamente lamina el acuerdo entre PSOE y sus cómplices parlamentarios.

A continuación, Sánchez aludió a lo que considera máxima preocupación de los españoles hoy: la emergencia climática. Tras indicar que su inminente gobierno trabajará por reconocer el estado palestino, se dio la curiosa imagen de recibir los aplausos pautados de su bancada, excepto de ministras como Robles y Llop.

En otro momento de la lectura del discurso, Sánchez afirmó que durante su gobierno España ganó “prestigio internacional“.

Insultos a la oposición

En la siguiente fase de su discurso, Sánchez recurrió a ejercer de oposición a la oposición, con profusión de descalificaciones a la derecha española y extranjera, y múltiples alusiones a la “ultraderecha“.

El candidato que ha firmado un acuerdo de investidura con golpistas advirtió que, ante una presunta “agenda reaccionaria”, dedicará “toda la fuerza del Estado a defender los valores democráticos”.

Que la presentación del programa de gobierno consista en insultos a la oposición ha generado un revuelo en las bancadas señaladas por el candidato, y Armengol debió pedir silencio para que pudiera proseguir el pleno.

Intervencionismo en la economía y el mercado laboral

En el bloque económico, Sánchez ha afeado la eliminación de impuestos en comunidades donde su partido o sus socios no gobiernan, para pasar a continuación a relatar lo que considera hitos de su Ejecutivo.

El siguiente paquete de promesas de Sánchez para acabar la “transformación económica en España” se resume en disparar el gasto para reforzar el “estado de bienestar”, en incrementar la presión fiscal a los que calificó como “ricos” (“pagaréis más que el resto mientras gobernemos”) y en ahondar las medidas intervencionistas de Yolanda Díaz, con nuevas subidas del SMI y reducción de la jornada laboral.

Pasada casi hora y media de discurso, Sánchez seguía si mencionar la amnistía a los golpistas con la que ha comprado el voto separatista.

Defensa de la amnistía a los golpistas: ‘las circunstancias son las que son’

En la fase final de su discurso de investidura, Sánchez comenzó a desgranar su defensa de una ley pactada con delincuentes en busca y captura. “Las circunstancias son las que son, y toca hacer de la necesidad virtud“, afirmó el candidato.

Por un lado, el socialista afirmó haber logrado “paz y convivencia” en las calles de Cataluña. Acto seguido, definió como “Agenda de reencuentro” la concesión de las exigencias de los partidos separatistas, incluida la intromisión en el poder judicial.

Adoptando la jerga independentista, Sánchez llegó a calificar de “venganza” la actuación de la Justicia contra los delincuentes implicados en el golpe separatista. “Concedemos la amnistía en nombre de España”, dijo Sánchez.

Tras repetir el lema de que concede la amnistía por España, Sánchez concluye su discurso sin detallar nada más sobre el resto de concesiones acordadas con Junts, ERC, Bildu o el PNV.

Sánchez ni siquiera nombra el resto de cesiones a los separatistas

Las concesiones que no ha mencionado Sánchez resultan tanto o más amplias que la amnistía, porque la negociación entre el PSOE y sus socios consistió en aceptar todas las exigencias separatistas sin que estos ofrezcan contraprestación alguna al cheque en blanco del socialista, salvo su voto para la investidura.

Entre las cesiones conocidas del PSOE figuran, según presumen los propios agraciados, referéndums de autodeterminación, agencias tributarias regionales, un relator internacional para negociar la agenda independentista o la ruptura de la caja única de la seguridad social (los separatistas la administran en sus regiones, pero se sigue financiando entre todos los españoles).

El único esfuerzo realizado por los delegados de Sánchez ha consistido en cambiar los nombres de las cesiones por una terminología que resulte menos evidente en la correspondiente campaña de publicidad institucional.

Las concesiones a Bildu, que afirmó dar su apoyo “gratis” a Sánchez para evitar que gobierne la derecha, siguen siendo secretas.

Deja tu respuesta