Negociado el pago a los separatistas, a Sánchez le dan los números para la reelección en la primera votación con 179 votos
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha anunciado esta mañana que el debate de investidura de Sánchez se celebrará dentro de 48 horas, el miércoles 15 y el jueves 16 de noviembre, tras haber negociado los votos favorables de Junts, ERC, PNV, BNG y Bildu que le faltaban para asegurarse la reelección.
Si la investidura transcurre según lo planeado, el socialista cuenta con con 179 síes, tres por encima de la mayoría absoluta. En caso de no superar la mayoría absoluta de 176 votos favorables en la primera votación, en la segunda basta la mayoría simple, más síes que noes.
Armengol olvida su papel institucional, criticando las movilizaciones ciudadanas y a la oposición
Preguntada Armengol sobre la seguridad en el Congreso durante el debate de investidura, aprovechó para criticar las declaraciones de la oposición contra el golpe de Sánchez: “más que unir, separan”, que no “instan a la concordia e instan a la crispación y la división”.
Armengol, olvidando que es la tercera autoridad del Estado, afirmó que esa declaración era su “reflexión personal” y acto seguido condenó “cualquier tipo de violencia y desacato al orden público, como desgraciadamente también hemos vivido en algunas calles de España”.
El PSOE filtra el contenido de la ley tras el anuncio de la investidura
Ante la pregunta de la llegada a la mesa del Congreso de la ley de amnistía, Armengol no precisó si se calificará hoy u otro día, pero que, cuando llegue a la mesa “correrá su curso normal como cualquier iniciativa”, afirmó entre risas.
Se da la circunstancia de que el anuncio del debate de investidura llega cuando todavía no se ha registrado la ley. Minutos después, el propio PSOE se encargó de filtrar el contenido de la misma tras su remisión a los grupos parlamentarios.
Como se esperaba, se trata de una la ley a la carta que los enviados de Sánchez redactan en Bruselas a cuatro manos con los delincuentes exonerados por la propia amnistía.
Entre otras concesiones que laminan la separación de poderes, la citada amnistía es la cuota principal del precio de la investidura negociado por Sánchez con el golpista fugitivo Puigdemont.