La delincuencia en Batán aumentó el 611% tras la conversión del albergue juvenil Richard Shcirrmann en un centro de acogida de menas
Los menas y ex menas del madrileño barrio de Batán han vuelto a protagonizar delitos violentos. En poco más de una semana, magrebíes de la zona robaron a un joven el lunes 22, el cual acabó en el hospital tras recibir una paliza. También han robado a tres mujeres mayores y han apedreado a vigilantes del Metro de Madrid.
La Policía Nacional mantiene un dispositivo en la zona para con agentes encubiertos para intentar detener a los perpetradores de esta nueva ola de delitos en los pasos de peatones, donde roban a mujeres mayores que vuelven de hacer la compra.
Asaltos y robos en los pasos subterráneos de peatones
El pasado viernes 19 de mayo en el subterráneo de la calle Villamanín una mujer de 60 años fue asaltada por un individuo que, a fuerza de tirones del bolso, la hizo caer al suelo hasta que logró llevárselo. La víctima sufrió varias lesiones, según confirmaron desde la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
El lunes 22 de mayo, en el subterráneo cercano al número 222 del Paseo de Extremadura, una mujer de 67 años fue asaltada por un sujeto de tez oscura. También recurrió al tirón para quitarle el bolso y huyó. La víctima no pudo reconocer al agresor, ya que llevaba una gorra que le cubría parte del rostro.
El miércoles 24, otra mujer fue asaltada en la misma área del vecindario de Batán mientras caminaba por la calle de Villagarcía. También le sustrajeron el bolso con varios objetos y la billetera. Se sospecha que los responsables de todos estos actos delictivos pueden ser las mismas personas que a veces utilizan una bicicleta.
La semana pasada, varios menas del albergue de la Casa de Campo, dependiente de la Comunidad de Madrid, fueron trasladados a la comisaría de Latina tras colarse en el metro y lanzar y piedras contra los vigilantes de seguridad del suburbano.
Los responsables de los incidentes fueron identificados en la comisaría y devueltos al centro de menas de Batán: ni fueron detenidos ni se adoptaron medidas legales contra ellos.
El albergue reconvertido en centro de Menas, epicentro de la delincuencia en Batán
Los menas se han destacado, durante los tres años que llevan delinquiendo en la zona de Batán y Casa de Campo, por elegir objetivos lo más indefensos posibles: bien por atacarles en grupo, bien por tratarse de personas mayores.
Los habitantes de la área de Batán han estado expresando su malestar durante tres años por la falta de seguridad. La protesta vecinal comenzó en 2020, año de la explosión delictiva de la Casa de Campo. Los crímenes relacionados con los magrebíes aumentaron en un 611% tras la conversión del albergue juvenil Richard Shcirrmann en un centro de acogida de menas.
Los vecinos emitieron un comunicado a través de la Asociación de Residentes de Batán Casa de Campo, en el cual denunciaban la inseguridad y pedían la recuperación del albergue para su uso original. Hasta el momento han tenido lugar tres manifestaciones vecinales, donde cientos de vecinos han reclamado una solución al problema de delincuencia de los menas del albergue.