Con el supuesto beneficio de la restauración de la naturaleza, la Ley ataca la producción alimentaria y la cadena de suministro europeas
La Ley de Restauración de la Naturaleza ha quedado hoy a una sola votación de acabar en papel mojado (y reciclado). La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha votado este martes en contra de una versión con enmiendas de la Ley de Restauración de la Naturaleza.
Como resultado, la Ley se devuelve al pleno en su formato original, pero con la recomendación por parte de la comisión parlamentaria de votar en contra en la sesión del próximo 10 de julio.
Si el hemiciclo sigue el sentido del voto de la comisión, la ley estará definitivamente muerta.
Después de pasar por una serie de enmiendas, el texto de la Ley ha recibido hoy 44 votos a favor y 44 en contra, lo que implica que no consigue la mayoría simple necesaria para avanzar en su tramitación.
Por primera vez, la Comisión Parlamentaria de Medio Ambiente (ENVI) ha tumbado un texto del Pacto Verde Europeo. La Comisión se une así al voto contrario que ya obtuvo la Ley el pasado 24 de mayo en las comisiones de Agricultura (AGRI) y Pesca (PECH).
La Ley, basada en el ecologismo radical, está elaborada a medida de los intereses de ciertos grupos de presión y de los países no productores de la UE. Con el supuesto logro de “invertir la pérdida de biodiversidad”, la norma implicaba la práctica destrucción del sector primario de países productores de alimentos, como España.
Una Ley ideológica sin criterio técnico sobre el impacto
En los últimos meses, los conservadores europeos protagonizaron una campaña contra de Ley ideológica que, desde diagnósticos y previsiones discutibles, amenazaba de forma directa al campo, la ganadería y la pesca de la UE.
La Ley, con el supuesto beneficio de la rehabilitación de la naturaleza, establecía objetivos jurídicamente vinculantes que atacaban la producción alimentaria y la cadena de suministro, con la consiguiente disminución de la producción de alimentos (y el aumento del precio de la comida para el ciudadano de a pie).
Respecto a la izquierda europea, su postura es justo la contraria a la de los conservadores. Resultaba prioritario y urgente aprobar la ley contra el sector primario para el frente común formado por partidos progresistas y de extrema izquierda, las ONG ecologistas de su cuerda ideológica, los científicos políticamente correctos y las multinacionales de energías renovables.
En idéntico sentido, a principio de junio, los CEO de multinacionales como IKEA, Nestlé, H&M, Iberdrola y Unilever, ejercieron de lobby y emitieron una carta conjunta instando a la UE a adoptar “urgentemente” la Ley para “garantizar una competencia leal y fomentar la innovación”.
Un impacto devastador en la agricultura, la ganadería y la pesca españolas
Además de convertir la comida en un objeto del lujo, la UE quedará a expensas de productos extracomunitarios, de inferior calidad y sin los controles que sí se exigen a agricultores y ganaderos europeos para “proteger la salud”.
Una supuesta defensa de la salud basada en prohibiciones de fitosanitarios y otros productos para los productores europeos, pero que son admitidos in problema en los alimentos extracomunitarios. Es decir, que el uso de ciertos fitosanitarios en los cultivos que, representan un riesgo para la salud, o no, si el productor es europeo o de terceros países.
Según denunciaron las asociaciones del sector COPA-COGECA y EUROPECHE, “Bruselas llevó a cabo una burda evaluación de impacto que no representa el impacto real en los productores primarios en Europa, sino que se centró únicamente en los beneficios que tendrá para la sociedad sin tener en cuenta los perjuicios“.
De hecho, la Ley de Restauración de la Naturaleza únicamente contempla el supuesto beneficio potencial de “restaurar los ecosistemas”. Según estimaron los impulsores de la Ley, la restauración de turberas, marismas, bosques, brezales y matorrales, pastizales, ríos, lagos, hábitats marinos y aluviales y humedales costeros ofrecerían un beneficio económico ocho veces mayor que los costes.
Según alertó ASAJA, la Ley de Restauración de la Naturaleza implicará para España que el 40% de la superficie bajo la Red Natura 2000 quedará improductiva, pues la UE no permitiría la misma actividad agrícola como hasta ahora.
La Red abarca en España una extensión total de 138.000 km², el 27,35 % de su superficie terrestre, y unos 84.300 km² de la superficie marina, por lo que también impacta la normativa en el sector pesquero.
junio 27, 2023 @ 7:04 pm
No por quedar fuera/suspendida o sin entrada en vigor, cualquier forma de verlo me vale, en esta parte su trayecto, no hay nada que celebrar, aún quedan pasos para devolverla a la sesión de votación.
Es más, si no han podido y no por qué la vean como algo negativo para la comunidad europea, no a mucho tardar la tendrán sobre la mesa de nuevo.
Cuando los intereses particulares se alineen entonces conseguirán esa mayoría para aprobarla, con otro nombre, con otro orden pero en esencia lo mismo, que de eso se trata, de que los beneficios, siempre los económicos particulares y después aunque aún con peso, los intereses electorales de cada país.
Todos, bueno todos no, ninguno de mis familiares se ha enterado de todo esto, con el Pasapalabra y todas esas mierdas tienen bastante, ¡Este fulano, hay que ver lo que sabe! ¡Calla, déjame escuchar que cada vez que vienes empiezas con tus tonterías y no me entero!
Con todos, me refiero a todos los que vivimos sin ver la tele y con un mínimo interés por conocer lo que nos rodea y afecta. Hoy observé mientras almorzaba una araña tejiendo entre dos brotes en unos cardos.
Y vuelo, todos hemos visto lo que ha y está ocurriendo en Holanda, todos leemos sobre esas multinacionales que compran tierras. Todos sabemos sumar 2 y 2 y algo más complicado atarnos los zapatos. No a todos nos engañan, pero a todos nos masacran
junio 28, 2023 @ 9:26 am
Me gustaría comentar a menudo, pero su sistema de conexión es un poco desalentador.