La Policía blinda el tramo de la calle de Ferraz donde se encuentra la sede socialista y no permite acercarse a los ciudadanos
Una convocatoria espontánea a través de diversas redes sociales ha reunido durante la tarde del viernes un creciente grupo de personas en las inmediaciones de la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz.
La convocatoria, a las 19:00 h de la tarde cuenta con el respaldo de múltiples asociaciones civiles, políticos y ciudadanos unidos por la oposición frontal al golpe institucional que negocia Sánchez con sus cómplices separatistas para comprar sus votos en una futurible investidura.
Encabezada por una pancarta con el lema “Pedro Sánchez a prisión”, los gritos más coreados, además de los insultos a “su persona”, han sido: “no es un presidente, es un delincuente” “Sánchez a prisión” y “Puigdemont a prisión”.
Ciudadanos preocupados por la deriva autoritaria de Sánchez
La gente reunida, desde personas mayores, hasta jóvenes y familias, han declarado a los periodistas presentes su descontento contra los pactos de investidura que se han ido conociendo en las últimas horas: desde la amnistía a terroristas y delincuentes fugitivos, hasta la condonación de 15.000 millones de la deuda generada por la administración regional catalana -una quita de deuda que asumen que Sánchez repercutirá en el resto de los ciudadanos-.
Los concentrados también mostraron su preocupación por la voladura del sistema constitucional y el estado de derecho que supone la creación de leyes a la carta de delincuentes y socios políticos con el único fin de otorgarles impunidad judicial para atar una investidura.
Las vallas a decenas de metros de Ferraz 68-70 impiden acercarse a la sede socialista
La concentración continúa desarrollándose con normalidad, si bien algunos ciudadanos próximos al cordón policial, a decenas de metros del edificio del PSOE, mostraron su enfado por no dejarles pasar frente a la sede socialista.
Ante la primera línea de antidisturbios con los cascos puestos, escudos y fusiles con pelotas de goma listos, los concentrados protestaron por lo que consideraban que era tratarlos como si fueran ellos los CDR.
