Un estudio de la Universidad Edith Cowan (Australia) demuestra que consumir verduras crucíferas como brócoli, col rizada, repollo o coliflor puede ayudar a bajar el azúcar en sangre de forma natural, reduciendo los picos de glucosa y el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
El experimento con verduras crucíferas
La investigación, liderada por la doctora Emma Connolly, analizó el efecto del consumo de vegetales crucíferos frente a otras verduras como zanahoria, patata, calabaza o batata. Los participantes tomaron cuatro porciones diarias de estos alimentos durante dos semanas, mientras llevaban monitores de glucosa para medir las variaciones de azúcar en sangre en tiempo real.
El resultado fue contundente: con las crucíferas, los niveles de azúcar eran más estables y con picos más leves después de las comidas, en comparación con los tubérculos y calabazas.
Por qué importa estabilizar la glucosa
Según Connolly, el objetivo principal del control glucémico es suavizar los picos y reducir la variabilidad de los niveles de azúcar. Esto no solo ayuda a prevenir la diabetes tipo 2, sino que también se asocia con una mejor salud metabólica y cardiovascular.
Se estima que 541 millones de personas en todo el mundo presentan un control glucémico deficiente, lo que incrementa notablemente el riesgo de desarrollar diabetes y complicaciones asociadas.
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Implicaciones para la dieta
Los expertos señalan que incorporar verduras crucíferas de forma habitual en la alimentación podría ser una estrategia sencilla y natural para mejorar la salud. Además, insisten en la importancia de más estudios que confirmen estos resultados y determinen la mejor forma de incluirlas en las guías dietéticas.
En resumen
Un gesto tan simple como añadir brócoli, col rizada, coliflor o repollo a la dieta puede convertirse en un aliado natural para mantener el azúcar en sangre bajo control y reducir el riesgo de diabetes y enfermedades del corazón.
