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Zarrapastrosos

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¿Qué esperar de un país que protege a los delincuentes y deja desprotegidos a los ciudadanos honrados?

Lo primero que tenemos que tener claro es qué es un okupa. Un okupa es un ser sucio, generalmente de izquierdas, vago y sin currículum conocido cuya máxima es masajearse las gonadas a costa de un ciudadano honrado y que además, está protegido por las leyes del Estado. Porque tiene derechos señores, un okupa andrajoso tiene derechos, más que el dueño de la casa okupada. “Es que la vivienda es un derecho”, mis cojones también son un derecho. La Constitución española en ningún momento habla de que el Estado tenga que entregar de forma gratuita una vivienda a cada español, sino que todos los ciudadanos tienen derecho a una vivienda. Esto significa que nadie se la puede negar, previo pago por supuesto, no que tengamos que regalarla como en una tómbola. En cualquier caso, para eso estamos pagando impuestos y para eso los pago yo encantado, para que si una familia no tiene ninguna alternativa ni forma humana de acceder una vivienda, mis impuestos vayan para ayudarla. Pero no estamos hablando de esos casos, que son los que en menos ocasiones se dan. Estamos hablando de casos como el de Bonanova o la mayoría de inmuebles desalojados por Desokupa. Casas de particulares adquiridas con o sin esfuerzo, eso nos da absolutamente igual, y a la que un comunista con piojos y sarna pega una patada en la puerta para colarse y vivir como si fuera suya.

Y ¡ay si se te ocurre echarle! Si llamas a la policía, los agentes te dirán que denuncies y demuestres que esa es tu vivienda. Si intentas cambiarle la cerradura, aparecerá de nuevo la policía pero para llevarte a ti al calabozo porque estás violando los derechos del delincuente. Y si le cortas la luz o el gas, irás a la cárcel por coacciones. Sí señores, tú puedes cortarte los suministros a ti mismo mientras vives en tu casa pero no puedes hacerlo cuando un delincuente se mete en ella. Así es este país de mierda.

Un país en el que la propiedad privada importa menos que el excremento de una cucaracha. Donde ya no solo el delincuente tiene vía libre para colarse en tu casa vacía, es que lo puede hacer incluso estando dentro, y tú tienes prohibido defenderte porque, con casi toda seguridad, irás a la cárcel. Se han dado multitud de casos en que un atracador ha asaltado una casa y ha muerto a manos de su dueño y ha sido el dueño el que ha acabado entre rejas y pagando una indemnización a la familia del cerdo asaltante.

Me gustaría recordar uno de los casos más escandalosos. Se trata de la historia de Jacinto Sivero, un anciano de casi 80 años que estaba tranquilamente en su casa con su esposa cuando dos encapuchados se colaron en ella. Uno de ellos comenzó a torturar a su mujer, rompiéndole dos dedos de la mano mientras la golpeaba con un palo. Jacinto en ese momento fue al dormitorio, cogió una escopeta y le metió un balazo al delincuente, muriendo desangrado. ¿Qué creéis que ocurrió a partir de ahí? Jacinto fue condenado por homicidio y tenencia ilícita de armas. Afortunadamente, el Tribunal Supremo le absolvió. pero ¿y si Jacinto no hubiera recurrido la sentencia? Seguramente moriría en prisión por haber defendido a su familia de un delincuente.

Y así es como este país se ha convertido en el paraíso de la escoria más vomitiva que pueda parir una sociedad. Un país donde las leyes están redactadas al revés de lo que manda la lógica con la única finalidad de convertirnos en esa república bananera que siempre han ansiado algunos. ¿Y después qué? Lo que viene después es el salvaje oeste. Aunque incluso ahí el salvajismo acababa colgado de una soga. Quizás entonces había más justicia.

2 Comentarios

  1. Ni punetera idea
    mayo 12, 2023 @ 1:21 am

    No sé si el mítico salvaje oeste, pero con unos euros para gasolina, se van a reír sus puñeteras madres cada vez que se les pegue la comida, ese carboncillo les va a recordar a sus vástagos.

  2. Caballero Luna
    mayo 15, 2023 @ 1:48 pm

    España es una bomba de relojería que está comprando la paz social a golpe de talonario. Auguro unos años calentitos cuando se acabe la fiesta del maná europeo. Lo mejor de todo es que veremos como los zarrapastrosos se comen entre ellos cuando no tengan donde caerse muertos, más aún, por culpa de lo que ellos mismos han estado haciendo desde que llegaron al poder en 2018 jajaja

    La gente de bien por suerte siempre vivimos y salimos adelante dignamente.

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