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La Federación de Caza de Castilla-La Mancha pide control municipal de colonias felinas por la amenaza que suponen para el entorno

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La protección de colonias felinas por la ley animalista radical amenaza con extinguir especies de fauna autóctona por los gatos asilvestrados

La Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha solicitado a los municipios de la Comunidad que tomen medidas para gestionar las colonias felinas de gatos callejeros que representen una amenaza para el entorno natural de los respectivos ayuntamientos.

En una comunicación emitida el lunes, 28 de agosto, dirigida a los ayuntamientos castellanomanchegos, la Federación les insta a crear un control sanitario riguroso de estas colonias felinas y, en algunos casos, incluso considerar su eliminación. El objetivo de las medidas es evitar que los gatos callejeros de dichas colonias lleguen a establecerse en el ecosistema próximo a la ciudad.

La ley animalista entrará en vigor el próximo 29 de septiembre, 6 meses después de su publicación en el BOE. Entre su controvertido articulado, la ley formaliza la creación y mantenimiento de colonias de gatos callejeros sin dueño, lo que dificultará el control poblacional.

La ley animalista protege colonias de gatos callejeros e impide su control

La Federación de Caza ha recordado a los ayuntamientos que la reciente Ley de Protección de los Derechos y Bienestar de los Animales ha formalizado la creación y mantenimiento de colonias felinas en los pueblos, donde gatos callejeros sin dueño reconocido reciben alimento de forma voluntaria.

La Federación ha enfatizado los problemas que estas colonias generan y su impacto destructivo, tanto en las áreas urbanas como en el entorno natural cercano. Del mismo modo, el documento recuerda que múltiples entidades y científicos han señalado los problemas que estas colonias generan, especialmente su amenaza para las aves locales, porque el instinto de caza que los gatos nunca se pierde, incluso cuando las personas les alimentan.

Respecto a la salud humana, la Federación ha advertido que los gatos callejeros pueden actuar como portadores de enfermedades y reservorios de patógenos, incluyendo toxoplasmosis, rabia, algunas cepas de gripe humana e incluso el Covid-19.

Amenaza de extinción de especies silvestres en el medio rural

El comunicado ha alertado que la presencia de estos gatos en el medio rural también afecta negativamente a especies silvestres, especialmente aves que anidan en el suelo y son especies protegidas.

Estudios en ese sentido han demostrado que los gatos asilvestrados han contribuido a la extinción de varias especies, particularmente en regiones insulares como Canarias y Baleares. La proliferación de estos gatos también supone amenaza a especies protegidas de alto valor ecológico, como el gato montés y el lince ibérico.

Aunque se han propuesto campañas para controlar la fertilidad o esterilizar a estos gatos por parte de asociaciones animalistas, las medidas ideológicas y de poco calado no solucionan el problema, pues no contemplan la eliminación de la superpoblación.

Bien al contrario, la Federación de Caza ha señalado que medidas como la esterilización solo funcionan si se aplican en altas tasas de población y durante largos periodos de tiempo, lo que puede ser costoso y complejo de aplicar para muchos municipios.

Ante esta situación, la Federación de Caza considera necesario implementar medidas estrictas de control sanitario, considerar la erradicación en casos necesarios y lanzar campañas de información sobre los problemas que generan las colonias felinas.

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